El Monasterio del Loreto

El Monasterio del Loreto o el Santuario de Nuestra Señora del Loreto de Espartinas, como también es conocido, es un lugar histórico y espiritual custodiado por los frailes de San Francisco desde hace siglos. Este santuario, declarado Bien de Interés Cultural, presenta una arquitectura y decoración distintiva en sus diversos espacios como el claustro del Aljibe, la capilla de Santa Ana y el segundo claustro. Además, ofrece la posibilidad de visitar la iglesia, el camarín de la Virgen, la sacristía, los claustros y las salas de exposición permanente.

Vista exterior del monaterio del loreto, Espartinas, Sevilla

Horario de Misas

VERANO
Miércoles a Lunes y vísperas de fiesta: 19’30 h
Domingos y festivos: 12’00 h y a las 19’30 h

INVIERNO
Miércoles a Lunes y vísperas de fiesta: 18’00 h
Domingos y festivos: 12’00 h y a las 18’00 h

Horarios y visitas al Monasterio de Nuestra Señora del Loreto de Espartinas

Si deseas visitar el Santuario de Nuestra Señora del Loreto, es importante tener en cuenta los horarios disponibles para el público. Puedes obtener información actualizada sobre los horarios de visitas, así como cualquier restricción o eventos especiales, a través de los canales de contacto proporcionados por el santuario:

  • Horario Atención Público: Todos los días de 9 a 13h y de 17 a 19h
  • Horario Archivo y Biblioteca: 9 a 13h y de 16 a 18h, previa notificación
  • Apertura por las tardes: Martes cerrado. Invierno de 16’30 a 18’30h y Verano de 18’00 a 20’00h, Jueves de Adoración Eucarística (1 hora antes de la Eucaristía)
  • Dirección: Camino de Loreto, Espartinas. ENLACE CÓMO LLEGAR
  • Contacto: 954 113 912 // osmloreto@provinciabeticafranciscana.org

Origen de la aparición de la Virgen de Loreto

La Virgen de Loreto, patrona de Espartinas y del Aljarafe, ha sido objeto de devoción durante siglos en Andalucía. Desde el siglo XIV, los habitantes del Aljarafe han venerado a esta pequeña imagen de la Madre de Dios, que fue encontrada milagrosamente hace más de seiscientos años. Se han mencionado diversas versiones sobre el hallazgo.

Una de las leyendas más antiguas y difundidas sobre el hallazgo de la imagen de la Virgen de Loreto fue recogida por fray Francisco de Angulo en su crónica del convento en 1584. Según esta tradición transmitida de generación en generación, los hechos ocurrieron en el Sábado Santo del año 1384. En esa fecha, la Virgen María respondió a las oraciones de cristianas cautivas por musulmanes. La Virgen acudió en su auxilio y las liberó milagrosamente. Cuando las esclavas despertaron, se encontraron a una corta distancia de la torre de Loreto, un lugar marcado por un crucero de ladrillo que aún existe.

La otra versión sobre el hallazgo de la imagen aparece en un manuscrito atribuido al franciscano Felipe de Santiago, escrito en 1714. Según este relato, el hallazgo ocurrió el 2 de febrero de 1484 y la Virgen fue encontrada por una familia vecina de Espartinas que se dirigía a pie hacia Sanlúcar la Mayor, que en un momento de necesidad al rezar a la Virgen para que los ayudara, encontraron unos panes junto a un olivo, que les permitieron saciar su hambre. Además, descubrieron una imagen de la Madre de Dios escondida en el árbol. Encontraron también un manuscrito que acompañaba a la imagen y afirmaba que provenía de la iglesia de Santa María de las Huertas en Nápoles. Se decía que unos frailes que predicaron en Sevilla la trajeron y la ocultaron en el tronco del olivo antes de su martirio en Marruecos.

Ambos relatos coinciden en que la Virgen fue originalmente venerada como Santa María de Valverde debido a que quienes la encontraron no conocían otra advocación. Con el tiempo, el nombre evolucionó y se asimiló al de Lorete y luego al de Loreto. Se dice que la torre militar que servía como primera ermita tenía una inscripción antigua que la llamaba «Turris Lauretana«, lo que llevó a que el lugar donde se encontraba se conociera como Lorete o Loreto. Con el paso del tiempo, y posiblemente influenciados por el título de la Virgen italiana, los frailes adoptaron definitivamente el nombre de Loreto. Durante varios siglos, ambos nombres convivieron y en documentos del siglo XVII se usaban las advocaciones de Valverde y Loreto indistintamente, hasta que en el transcurso del mismo siglo se fijó definitivamente el nombre de Loreto.

La talla de la Virgen del Loreto

La imagen de la Santísima Virgen de Loreto es una venerada talla en madera policromada que data de la segunda mitad del siglo XIV. A lo largo de los siglos su cuerpo sufrió mutilaciones y adaptaciones al gusto popular para ser vestida. En el siglo XVI, la Virgen ya contaba con varios vestidos. Para tener una idea del aspecto original de la imagen, se puede recurrir a otras imágenes de la misma época como la Virgen del Álamo en la iglesia parroquial de Olivares.

La Virgen de Loreto respondía al tipo iconográfico denominado «Mater Admirabilis» representando a la Madre de Dios sentada con el Niño Jesús de pie sobre su rodilla izquierda, con un estilo realista propio del primer gótico.

Del icono original solo se conservan los rostros y las manos de la Virgen y el Niño Jesús. En el siglo XVIII, los frailes decidieron transformar profundamente sus cuerpos debido a su mal estado y para dotar a la imagen de un nuevo aspecto. En 1732, se estofó la imagen y se talló un nuevo cuerpo para la Virgen y el Niño Jesús, añadiéndose una peana de plata en forma de tronco de olivo, recordando el lugar donde se encontró la Virgen en 1384.

El resultado de la transformación de 1732 es el aspecto actual de la imagen, con la Virgen sentada sobre una nube, sosteniendo al Niño Jesús y un cetro de plata. Ambos están estofados en oro y presentan una talla poco profunda, con un manto que se abre ampliamente en el lado izquierdo y cae en pliegues diagonales hacia la derecha. Dos figuras de mujeres arrodilladas y ataviadas a la manera morisca están unidas a la Virgen por cadenas de plata, recordando a las dos esclavas liberadas por la Virgen en la tradición de su hallazgo en 1384.

El ajuar de plata que incluye las nuevas coronas, cetro, ráfa y la peana con forma de olivo fueron elaboradas con 82 onzas de plata de ley y costeadas por el platero sevillano José Villaviciosa siguiendo el diseño del escultor Gabriel de Astorga. La corona de la Virgen es de tipo imperial y decorada con motivos vegetales y piedras de colores, mientras que la del Niño es de aro. La ráfaga tiene rayos solares y cabezas de querubines en plata sobredorada, rematada con una cruz con una esmeralda en el centro. En el pasado, también poseía una media luna de plata a los pies de la Virgen.

La Virgen del Loreto en el siglo XX

Este siglo estuvo marcado por un crecimiento significativo en la devoción popular a la Virgen:

  • En 1925 se fundó la Hermandad de Ntra. Sra. de Loreto con el propósito de difundir la devoción a la virgen
  • En mayo de 1931, debido a la persecución religiosa la Virgen tuvo que ser ocultada en la casa del Dr. Servando Arbolí Osorno, médico del pueblo y mayordomo de la Hermandad de la Vera+Cruz de Villanueva del Ariscal.
  • En 1950 se produjo la Coronación Canónica de la Santísima Virgen oficiada por el Cardenal Pedro Segura
  • En 1953 un incendio afectó la cubierta de la iglesia y el camarín de la Virgen, pero gracias a la rápida intervención de personas de los pueblos cercanos, se pudo remediar la situación
  • En 1959, el Papa Juan XXIII declaró oficialmente a la Virgen de Loreto como Patrona del Aljarafe sevillano, y se realizaron procesiones y actos en todos los pueblos de la comarca para celebrar este acontecimiento.
  • En 2000 se conmemoró el 50º de la Coronación Canónica de la Virgen con diversos actos y se compuso un nuevo Himno en su honor.

Historia y Fundación del Monasterio de frailes menores

El convento de Loreto fue fundado en el siglo XVI por el matrimonio sevillano Enrique de Guzmán y María Manuel, quienes dedicaron parte de sus bienes para establecer un monasterio de frailes franciscanos. La advocación original de la Virgen venerada fue Santa María de Valverde, pero con el tiempo, evolucionó a Lorete y luego a Loreto. A lo largo de los años, el convento tuvo varios patronos, entre ellos los condes de Olivares y los condes de Castellar y marqueses de Moscoso.

A lo largo del siglo XVII, varios religiosos de Loreto alcanzaron fama de santos, y la comunidad tuvo una estrecha relación con los pueblos cercanos. En el siglo XVIII, la comunidad se estabilizó, y aunque hubo menos figuras destacadas, continuaron las conexiones con las poblaciones cercanas, participando en sus procesiones y funciones litúrgicas.

El Convento del Loreto en la Evangelización del Nuevo Mundo

El Convento de Loreto tuvo una destacada participación en la evangelización del Nuevo Mundo. Desde sus primeros años, enviaron misioneros a diferentes lugares del Nuevo Mundo: fray Juan Calero que sufrió martirio en México en 1541, o San Francisco Solano fundó el convento de Ntra. Sra. de los Ángeles en Lima. Destacable es fray Luis Sotelo, quien llegaría años más tarde desde Japón con la Embajada Keicho, te contamos esta historia en nuestro artículo: La Ruta Hasekura: Un Viaje Histórico entre Japón y el Aljarafe

Devoción y patrimonio artístico del Monasterio del Loreto de Espartinas

Espacios arquitectónicos y decorativos del recinto conventual

Dentro del Santuario, se pueden encontrar varios lugares de gran importancia y valor artístico. Destaca el claustro del Aljibe, con su diseño característico y sus elementos decorativos que representan la espiritualidad franciscana. También se encuentra la capilla de Santa Ana, un espacio encantador con una arquitectura impresionante. Otro espacio relevante es el segundo claustro, con su particular estructura y detalles ornamentales.

Recinto de la Hacienda: patios, bodegas y torre mirador

El santuario también cuenta con el recinto de la Hacienda, que incluye diferentes patios, bodegas y una torre mirador. Estos espacios son testigos de siglos de historia y ofrecen una experiencia única a los visitantes. Los patios, con su encanto andaluz, invitan a la tranquilidad y al recogimiento, mientras que las bodegas muestran elementos propios de la tradición vitivinícola de la zona. La torre mirador, por su parte, ofrece una vista panorámica impresionante del entorno.

Visita al Santuario de Nuestra Señora del Loreto

La Fraternidad Franciscana invita a todos los visitantes a descubrir la belleza y espiritualidad del Santuario de Nuestra Señora del Loreto de Espartinas. Aquí, los fieles tendrán la oportunidad de sumergirse en un ambiente especial y sentir la devoción profunda hacia la Virgen de Loreto. El santuario brinda la posibilidad de explorar diferentes estancias, como la iglesia, el camarín de la Virgen, la sacristía, los claustros y las salas de exposición permanente. Cada rincón cuenta con una historia y detalle únicos que capturan la esencia de la tradición mariana y franciscana.

Además, el santuario ofrece una visita virtual para aquellos que deseen conocerlo desde la comodidad de sus hogares. Esta experiencia interactiva permite disfrutar de los rincones más destacados como el patio de la Torre Mocha, la sala de exposición de bordados y las andas de la Virgen para su procesión. Es una oportunidad extraordinaria para explorar virtualmente la riqueza patrimonial y espiritual del santuario.

A continuación, te presentamos a modo de breve guía las estancias abiertas al público que podrás visitar en el santuario:

Pórtico de Entrada al Monasterio del Loreto

El acceso al Convento se realiza a través de un pórtico de entrada construido en 1727, después de completar la nueva iglesia. El pórtico sigue un estilo barroco y se divide en dos cuerpos. En el primer cuerpo, se puede apreciar el vano adintelado, flanqueado por pilastras con basamento y capiteles dóricos. Este vano está coronado por un entablamento con friso, en el cual se encuentra inscrito el año de construcción «Año 1727», y sobre él, una cornisa volada.

El segundo cuerpo está enmarcado por un frente de medio punto, decorado con volutas y pilastras de capiteles jónicos en sus laterales, que enmarcan un azulejo con la imagen de la Virgen del Loreto. En los muros laterales del pórtico se encuentran dos azulejos que representan a San Francisco de Asís a la derecha y San Francisco Solano a la izquierda.

Compás

El Compás es un recinto descubierto con forma cuadrada, en cuyo centro se erige un pilar de planta hexagonal del siglo XVIII, revestido con azulejos de estilo trianero con representaciones de monterías. Los cipreses que se encuentran a los lados de este patio fueron plantados por San Francisco Solano durante su estancia en el Monasterio.

Pórtico de entrada

El Pórtico de entrada es de ladrillo visto y consta de dos cuerpos, en el primer cuerpo encontramos tres vanos y el segundo cuerpo está delimitado por pilastras dóricas y en su parte superior encontramos un frontón triangular y dos elementos significativos: un Vítor de mármol gris en recuerdo de San Francisco Solano (abajo) y otro en memoria del Padre Bolaños (arriba).

También encontramos varios azulejos que representan a la Virgen de Loreto, a La Soledad de Albaida del Aljarafe, a la Inmaculada de Villanueva del Ariscal y «El Abrazo místico de Cristo a San Francisco», que es una copia del que hoy podemos encontrar en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Iglesia

El Templo tiene forma de cruz latina y una sola nave de 31 metros de largo por 11 de ancho. Dispone de cubierta de cañón con lunetos y arcos fajones. Su crucero nos ofrece una cúpula de media naranja sobre pechinas. Son destacables la sillería del coro y el órgano del siglo XVIII que se encuentran sobre la puerta de entrada.

Retablo mayor de la Iglesia

El impresionante retablo mayor es obra del escultor Manuel García de Santiago, quien también es responsable de los otros cinco retablos más pequeños que se encuentran en la iglesia, este retablo se encuentra amparado por dos ángeles lampareros de gran tamaño que datan del siglo XVIII.

En el cuerpo central, se encuentra el camarín que alberga la imagen de la Virgen de Loreto. A cada lado de la imagen, se encuentran las figuras de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, ambos con el estandarte de su orden intercambiado como símbolo de hermandad. Encima de cada una de estas figuras hay unos medallones con altorrelieves de Santa Clara y Santa Inés de Asís, respectivamente.

En el ático del retablo, podemos observar un relieve con la coronación de la Virgen. A su derecha, aparecen Dios Padre junto con San Luis Obispo, y a su izquierda, Jesús abrazando la Cruz y junto a él San Buenaventura. Todo el conjunto está coronado por un penacho con el anagrama de la Virgen María.

Camarín de la Virgen del Loreto

El camarín actual sustituye al original del siglo XVIII que ardió en un incendio en 1953. El nuevo camarín fue reconstruido por Aurelio Gómez Millán, conocido por su trabajo en la Basílica de La Macarena. El camarín está cubierto por una cúpula oval con una decoración de pinturas al fresco de las letanías lauretanas y representaciones de santos franciscanos y rematado con la inscripción «Tota pulchra est María» y una serie de ventanas con escudos de la Orden Franciscana. La lámpara del Camarín tenía como destino la Iglesia de la Virgen de Loreto en Génova, pero por equivocación llegó a este Monasterio y finalmente se quedó aquí.

Retablos laterales

En el lado de la Epístola (derecha) se encuentra el retablo de San Diego de Alcalá, abrazado a la cruz y vestido con hábito franciscano, sobre el que encontramos un pequeño relieve de San Cristóbal. Le sigue la puerta que da acceso al Claustro del Aljibe decorada como si fuera un retablo sobre la que encontramos la representación de la «Huida a Egipto». A su lado encontramos el Retablo de la Piedad. A continuación podemos ver el retablo de la Virgen de Guadalupe y una hornacina con una representación del Niño Jesús de Praga, con corona de oro y lujosamente vestido. Finalizamos con una hornacina con una imagen de San Francisco Solano.

En el lado del Evangelio (izquierda) nos encontramos con el Retablo de San Antonio de Padua, sobre el que encontramos un pequeño relieve que representa el «milagro del pie reingertado». A su lado encontramos el retablo con la figura de San José atribuido a Pedro Duque Cornejo, bajo el que podemos ver un pequeño «Nacimiento», en recuerdo del que hiciera por primera vez en la historia San Francisco de Asís. Para finalizar encontramos el Retablo de San Francisco de Asís, al que acompañan cuadros con representaciones de Santa Isabel de Portugal, San Bernardino de Siena, Santa Teresa de Jesús y el Niño Jesús.

Sacristía

La sacristía tiene acceso desde el Camarín de la Virgen del Loreto y fue construida en el año 1600 ocupando lo que antes era la cabecera de la iglesia antigua. Está ricamente decorada con frescos en las paredes, un impresionante retablo de Manuel García de Santiago del s. XVIII en cuyo centro encontramos a «Santa Ana con la Virgen niña», regalo de las monjas Concepcionistas de Osuna. En las paredes hay pinturas que representan «La Adoración de los pastores», «San Juan Bautista» y un crucificado de medio cuerpo.

Claustro del Aljibe

El Claustro del Aljibe es uno de los lugares más antiguos del Convento, construido en el siglo XVI en estilo mudéjar con forma cuadrada, consta de dos pisos y un aljibe en el centro. En sus galerías de ladrillos a la vista podemos ver un Vía Crucis del siglo XVIII realizado en azulejos con los colores blanco y azul. En el segundo piso podemos ver la Celda de San Francisco Solano y las habitaciones de la hospedería cada una con el nombre de un santo o santa franciscano.

La visita se complementaría con un paseo por el Claustro Nuevo, la Biblioteca, el Patio exterior, la Torre Mocha y la Hacienda.

Salas de exposición permanente

Dentro del santuario también encontrarás salas dedicadas a exposiciones permanentes, como la Sala «Fray Miguel del Toro» de ornamentos y vestiduras litúrgicas, incunables y otras joyas documentales y la Sala «Fray Luis de Bolaños» de tesoros litúrgicos, donde podrás disfrutar de una muestra de arte sacro, como bordados, esculturas y otras obras de gran valor histórico y religioso.

Visita virtual a través de los rincones destacados

La visita virtual al Santuario de Nuestra Señora del Loreto es una experiencia envolvente que transporta a los visitantes a través de los espacios más emblemáticos del recinto. A través de imágenes de alta calidad y detalles precisos, se puede apreciar la belleza arquitectónica y el valor devocional de cada rincón.

Al comenzar la visita virtual, los visitantes podrán adentrarse en el patio de la Torre Mocha, un lugar tranquilo y sereno que invita a la contemplación. Desde allí, podrán recorrer la sacristía, donde se guardan tesoros litúrgicos, y admirar la Virgen de Loreto procesionando en todo su esplendor.

La visita virtual también incluye la sala de exposición de bordados, donde se exhiben auténticas obras de arte textil, y las andas de la Virgen para su procesión, que muestran la devoción y el cuidado hacia la Virgen de Loreto a lo largo de los siglos.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad